Para mi sorpresa, el traumatólogo que nos atendía, un tal doctor Magurno-finalmente recordé su nombre, fue como una premonición, mi horóscopo del día hablaba de la memoria, ¡creer o reventar!-, hizo pasar a mi mamá y me pidió que esperara afuera. Me enfermé de bronca. Si la paciente era yo, ¿por qué tuvo que llamar a mi vieja primero?, ¡hablar entre ellos, sin mí!
Al rato mamá salió con la cara más extraviada que antes. Los ojos parecían perdidos en una nebulosa y me daba la impresión de que hacía un esfuerzo sobrehumano para concentrarse en lo que estaba diciéndome:
-Hija, el doctor quiere tomar una muestra, un análisis digamos, de esa parte inflamada de tu pierna.
Este libro me lo prestaron en la escuela; ya desde hace tiempo lo quería leer y cuando por fin me decidí (podíamos escoger el que quisiéramos, y debo decir que todos los de la clase que lo leyeron me "obligaron" a pedirlo puesto que "Es hermoso","Te saca una lágrima", "De lo mejor que he leído") me emocioné.
Al principio de la historia nos topamos con Gabriela,-protagonista y narradora del libro-, quien está obsesionada con eso de los horóscopos y todo lo que tenga que ver con el tema. Bueno, para mi en lo personal, eso de los horóscopos es una total tomadura de pelo, y me caen un poco mal las personas que se toman muy en serio eso de su "aura y lo que los astros dicen" (tal y como lo hace Gaby) pero bueno, no sé, Gabriela no me cayó taaaaaaaaaan mal.
Ese fue el primer "pero" que le encontré a la novela.
Aunque, bueno, el resto de los personajes (si quitamos a Felipe, quien también se me hizo un poco pesado no sé por qué) tenemos un muy buen cocktel de personajes, llenos de diferentes personalidades y tareas dentro de la novela. Y también es muy buena la forma en que los personajes se relacionan unos con otros.
Eso fue lo que me gustó, los personajes. También me gustaron mucho las frases, dichos y fragmentos de poemas al iniciar cada capítulo, hay algunos cuantos de los cuáles quedé completamente enamorada. Pero por otro lado el argumento se quedó un poco pobre. Bueno, es un tanto obvio de lo que se va a tratar la novela, pero, le hizo falta emoción, drama, lágrimas, sangre, dolor... Debo confesar que leí el libro porque creí que sería al estilo de
Los ojos del perro siberiano; pero me equivoqué.
En los primeros capítulos todo era romance y risas, hasta que en cierto punto me entró un poco de angustia por la vida de nuestra Gaby, la fiel creyente de los designios de los astros, la cual nunca llegó a imaginar que le fuera a ocurrir una tragedia como aquella. Pero después, no sé, creo que esa parte fue la peor, no sentí taaaaaaaaanto como me hubiera gustado: Gaby estaba asustada, enferma, avergonzada, cansada, malhumorada, enojada, triste, deprimida, apabullada... todo eso no, simplemente no me llegó. Digo, hay novelas menos descriptivas y las he llegado a sentir, me he llegado a imaginar dentro de la historia. Este no fue el caso. Hay novelas que sí te capturan y, a pesar de que tú no eres uno de los personajes, te sientes ahí, en la escena; y con Gaby y todos sus dramas me sentía más bien como si solo estuviera observando, no viviendo ni mucho menos sintiendo.
Eso fue lo que falló.